¿A quién no le apetece un buen plato de patatas fritas crujientes y doradas?

Esas rodajitas que siempre nos han gustado desde pequeños y nos traen momentos inolvidables, más que nada porque siempre las hemos comido y a quien no le gustan unas buenas patatas bien hechas y condimentadas

Las patatas, esas compañeras inseparables, siempre ahí para saciarnos el gusanillo o para acompañar a cualquier plato. Ya sean fritas, asadas, cocidas o en puré, nunca dices que no a unas buenas patatas bien cocinadas.

Pues en Mucarmy, somos unos apasionados de las patatas y nos encanta ver cómo esas simples patatas se convierten en un lienzo perfecto para la creatividad. Y es que, con las patatas, las posibilidades son infinitas.

Olvídate de las patatas fritas aburridas de siempre. En Mucarmy te ofrecemos un universo de sabores por las formas de cocinarlas.

Te adelanto que nuestras preferidas y son las que podemos llevar a tu mesa son:

·  Patatas Fritas: El clásico irresistible, crujiente y lleno de sabor. Perfectas para disfrutar solas o acompañadas de tus salsas favoritas.

·  Patatas Teja: Finas y crujientes, ideales para los paladares más exigentes. Su forma te permitirá crear originales presentaciones y combinaciones.

·  Patatas Bravas: Un clásico de la cocina española, con su toque picante y ahumado que te conquistará. Ideales para compartir y disfrutar en compañía.

·  Patatas Crunchy: Crujientes por fuera y tiernas por dentro, con un toque de especias que las hace irresistibles. Perfectas para un snack rápido y sabroso.

·  Patatas Gajo con Piel: Para los amantes del sabor auténtico, estas patatas conservan la piel para un toque crujiente y rústico. Ideales para acompañar con salsas fuertes o dips.

·  Patatas Julienne: Finas y delgadas, perfectas para ensaladas, guarniciones o para crear originales aperitivos. Su textura ligera te sorprenderá.

Y ahora vamos a ver lo mas importante que es de lo que en este blog te queremos hablas ahora

¡Las mejores salsas para acompañar a las patatas!

Empezamos por como se hace una salsa de aioli,

Lo mas clásico y de la cocina mediterránea, nunca falla por su sabor suave y cremoso combina a la perfección con el toque salado de las patatas.

Existen dos formas principales de hacer salsa alioli: la tradicional a base de huevo y la versión más sencilla a base de mayonesa. Aquí te presento ambas opciones:

1. Alioli tradicional (con huevo):

Ingredientes:

  • 2 yemas de huevo a temperatura ambiente
  • 1 diente de ajo grande, muy picadito
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1/4 cucharadita de pimienta negra molida
  • 1 taza (240 ml) de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharada de jugo de limón fresco

Instrucciones:

  1. En un mortero o un procesador de alimentos pequeño, combina las yemas de huevo, el ajo, la sal y la pimienta. Machaca o procesa hasta que quede una pasta suave.
  2. Con el procesador de alimentos en marcha (o mientras machacas a mano), agrega el aceite de oliva lentamente en un hilo fino y constante. Esto es crucial para emulsionar la salsa, lo que significa que el aceite se combinará con los demás ingredientes para crear una salsa cremosa y espesa.
  3. Una vez que se haya incorporado la mitad del aceite, agrega el jugo de limón. Continúa agregando el aceite restante lentamente hasta que la salsa esté espesa y cremosa.
  4. Prueba la salsa y ajusta la sazón con sal, pimienta o jugo de limón adicional si lo deseas.
  5. Transfiere la salsa a un recipiente hermético y refrigera durante al menos 30 minutos antes de servir. La salsa aioli casera se conservará en el refrigerador hasta por 3 días.

2. Alioli fácil (con mayonesa):

Ingredientes:

  • 1/2 taza de mayonesa de buena calidad
  • 1 diente de ajo grande, muy picadito
  • 1 cucharada de jugo de limón fresco
  • 1/4 cucharadita de sal
  • 1/8 cucharadita de pimienta negra molida

Instrucciones:

  1. En un bol pequeño, combina la mayonesa, el ajo, el jugo de limón, la sal y la pimienta. Revuelve hasta que esté bien combinado.
  2. Prueba la salsa y ajusta la sazón con ajo, jugo de limón, sal o pimienta adicional si lo deseas.
  3. Sirve inmediatamente o refrigera hasta por 3 días.

Consejos:

  • Asegúrate de que todos tus ingredientes estén a temperatura ambiente para obtener la mejor emulsión en la salsa aioli tradicional.
  • Si la salsa aioli tradicional se corta (se separa), puedes intentar arreglarla agregando una cucharadita de agua tibia e incorporándola lentamente con un batidor de mano.
  • Si te gusta el ajo fuerte, puedes usar dos dientes de ajo en lugar de uno.
  • Puedes experimentar con diferentes hierbas o especias para darle un toque diferente a tu alioli, como perejil picado, cebollino o pimentón.

Ahora vamos con salsa amante de las patatas y que no puede faltar en ningún restaurante:

Como preparar salsa Brava

La salsa brava es un acompañamiento indispensable para las patatas bravas, un plato clásico de la cocina española que ha conquistado paladares en todo el mundo. Su sabor picante y ahumado la convierte en una salsa ideal para compartir y disfrutar en compañía.

Ingredientes:

  • 2 cebollas medianas
  • 2 dientes de ajo
  • 1 pimiento rojo
  • 1 tomate maduro
  • 1 cucharada de pimentón dulce
  • 1 cucharadita de azúcar
  • 1 hoja de laurel
  • Sal y pimienta al gusto
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 500 ml de caldo de pollo o verduras

Preparación:

  1. Pica las cebollas, el ajo y el pimiento rojo en dados pequeños.
  2. Calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego lento y pocha la cebolla hasta que esté transparente.
  3. Añade el ajo, el pimiento rojo y el tomate pelado y picado. Rehoga durante 5 minutos.
  4. Incorpora el pimentón dulce, el azúcar, la hoja de laurel, la sal y la pimienta. Mezcla bien y cocina durante 2 minutos más.
  5. Vierte el caldo de pollo o verduras y lleva a ebullición.
  6. Baja el fuego y cocina a fuego lento durante 15 minutos, hasta que la salsa espese.
  7. Tritura la salsa con una batidora hasta obtener una textura cremosa.
  8. Cuela la salsa para eliminar los sólidos restantes.
  9. Pruébala y ajusta la sazón con sal, pimienta o pimentón dulce si lo deseas.

y si eres amante de los toque picante, aquí tienes una salsa que seguro que te enamorara.

¡Como preparar la salsa Sriracha!

Es una salsa picante de origen tailandés que se ha convertido en un condimento popular en todo el mundo. Su sabor único, que combina el picante del chile rojo con toques dulces y ácidos, la hace ideal para acompañar una gran variedad de platos, ¡incluyendo por supuesto tus patatas Mucarmy!

Vamos a ello con los ingredientes:

  • 500 g de chiles rojos frescos, sin tallos ni semillas (puedes usar una mezcla de chiles rojos, amarillos y naranjas para un sabor más variado)
  • 4 dientes de ajo
  • 100 ml de vinagre de arroz
  • 50 g de azúcar moreno
  • 1 cucharada de sal
  • 1 cucharadita de comino molido
  • 1 cucharadita de cilantro molido

Preparación:

  1. Asa los chiles rojos: Precalienta el horno a 180°C. Coloca los chiles rojos en una bandeja para hornear y ásalos durante 15-20 minutos, hasta que estén carbonizados y la piel se haya ampollado.
  2. Retira la piel de los chiles: Una vez que los chiles estén fríos, retíralos de la bandeja para hornear y pélalos con cuidado. Este paso puede ser un poco laborioso, pero vale la pena para evitar que la salsa quede amarga.
  3. Licúa los ingredientes: Coloca los chiles pelados, el ajo, el vinagre de arroz, el azúcar moreno, la sal, el comino molido y el cilantro molido en una licuadora. Licúa hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
  4. Ajusta la consistencia: Si la salsa está demasiado espesa, puedes agregar un poco más de vinagre de arroz o agua. Si la salsa está demasiado picante, puedes agregar un poco más de azúcar moreno.
  5. Cuela la salsa: Si deseas una salsa más fina, puedes colarla a través de un colador de malla fina para eliminar las semillas y trozos de chile.
  6. Esteriliza los frascos: Si deseas conservar la salsa sriracha casera durante un tiempo prolongado, es importante esterilizar los frascos. Lava bien los frascos y las tapas con agua caliente y jabón. Luego, hiérvelos en una olla con agua durante 10 minutos.
  7. Guarda la salsa: Vierte la salsa sriracha casera en los frascos esterilizados y asegúrate de que queden completamente llenos. Cierra bien los frascos y guárdalos en el refrigerador. La salsa sriracha casera se conservará en el refrigerador hasta por 3 meses.

Recuerda que la salsa sriracha casera es más picante que la salsa sriracha comercial. Comienza con una pequeña cantidad y ve añadiendo más a tu gusto.

Asi que vamos a seguir con las salsas:

Una de las mas conocidas y seguro que tienes siempre algún bote en en la nevera, pero nosotros vamos a enseñarte a como prepárala casera para que veas que no es tan complicado.

¡Prepara tu propia salsa ketchup casera en solo unos minutos!

Ingredientes:

  • 1 kg de tomates maduros
  • 1 cebolla mediana
  • 1 pimiento verde
  • 1 diente de ajo
  • 100 g de azúcar moreno
  • 70 ml de vinagre de vino blanco o de manzana
  • 1/2 cucharadita de sal fina
  • 1/2 cucharadita de pimentón dulce

Preparación:

  1. Lava y pica los vegetales: Lava bien los tomates, la cebolla, el pimiento verde y el ajo. Corta los tomates en trozos grandes, la cebolla y el pimiento en trozos medianos y el ajo en trozos pequeños.
  2. Cocina los vegetales: Coloca los tomates, la cebolla, el pimiento y el ajo en una olla grande. Cubre la olla y cocina a fuego lento durante 40-45 minutos, hasta que los vegetales estén tiernos y blandos.
  3. Tritura los vegetales: Una vez que los vegetales estén cocidos, retíralos del fuego y tritúralos con una batidora manual o eléctrica hasta obtener una puré fino y homogéneo.
  4. Agrega los condimentos: Incorpora el azúcar moreno, el vinagre de vino blanco o de manzana, la sal fina y el pimentón dulce al puré de tomate. Mezcla bien hasta que todos los ingredientes estén integrados.
  5. Cocina la salsa: Regresa la olla con la salsa al fuego y cocina a fuego lento durante 1 hora, removiendo ocasionalmente, hasta que la salsa espese y tenga un color rojo intenso.
  6. Ajusta la sazón: Prueba la salsa y ajusta la sazón con sal, azúcar o vinagre si lo deseas.

La salsa kétchup casera es más natural y saludable que la salsa kétchup comercial, asi que ahora no tienes escusas para prepararla en casa.

Y ahora vamos con una salsa cremosa y refrescante, la salsa Tzatziki.

Prepara tu propia salsa Tzatziki casera

La salsa Tzatziki es una salsa griega cremosa y refrescante, a base de yogur griego, pepino y ajo y es perfecta para acompañar patatas que tenemos en nuestras cámaras.

Es muy fácil de preparar y en tan solo unos minutos la puedes tener lista, vamos a ello.

Ingredientes:

  • 250 g de yogur griego natural (sin azúcar)
  • 1 pepino mediano
  • 1 diente de ajo pequeño
  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharada de zumo de limón fresco
  • 1/2 cucharadita de eneldo fresco picado (o 1/4 cucharadita de eneldo seco)
  • Sal y pimienta negra molida al gusto

Preparación:

  1. Ralla el pepino: Lava bien el pepino y sécalo con un paño limpio. Ralla el pepino con un rallador de agujeros finos.
  2. Escurre el pepino: Coloca el pepino rallado en un colador fino y presiona con una cuchara para eliminar el exceso de líquido. Es importante eliminar la mayor cantidad de líquido posible para evitar que la salsa quede aguada.
  3. Mezcla el yogur y el pepino: En un bol grande, mezcla el yogur griego natural con el pepino rallado escurrido.
  4. Pica el ajo y el eneldo: Pica finamente el ajo y el eneldo fresco.
  5. Añade los condimentos: Incorpora el ajo picado, el eneldo picado, el aceite de oliva virgen extra, el zumo de limón fresco, la sal y la pimienta negra molida al bol con la mezcla de yogur y pepino.
  6. Mezcla e integra: Remueve bien todos los ingredientes hasta que estén bien integrados y la salsa tenga una consistencia cremosa y homogénea.
  7. Reposa la salsa: Tapa el bol con papel film y refrigera la salsa Tzatziki durante al menos 2 horas para que los sabores se desarrollen y se enfríe bien.

Como has podido ver, preparar salsas caseras es una tarea fácil, rápida y divertida. Solo necesitas algunos ingredientes frescos y especias básicas para crear deliciosas salsas que complementarán a la perfección tus platos favoritos.

Disfruta del sabor auténtico y natural de las salsas hechas en casa. Además, preparar tus propias salsas te permite controlar los ingredientes y ajustar la sazón a tu gusto.

Anímate a experimentar con diferentes recetas y combinaciones de sabores para descubrir nuevas salsas favoritas.

¡Sorprende a tus familiares y amigos con tus creaciones culinarias de la mamo de Mucarmy!

¡Hasta la próxima!